Harmonia del Parnás

Excelente el concierto ofrecido por Harmonia del Parnás en el Salón del Triunfo del Castillo de Vélez Blanco. Una velada que aunó la sabia dirección y programación musical de Marian Montagut, la hermosa voz de Carmen Romeu que brilló por su interpretación y presencia escénica, y el excelente sonido de las flautas a cargo de David Antich.

Harmonia del Parnàs hizo una doble conmemoración de dos figuras del arte y la música del barroco sevillano de repercusión internacional. Por un lado, una selección de obras del siglo XVII con motivo del 400 centenario del nacimiento de Murillo, algunas de ellas anónimas y otras de autores como José Marín (1618-1699), músico prácticamente coetáneo al pintor, así como de quien fuese organista de la catedral de Sevilla y posteriormente se convertiría en uno de los máximos exponentes de la música escénica del primer barroco español, Sebastián Durón (1660-1716). Por otro lado, el programa incluyó obras del principal maestro de capilla de la catedral hispalense del siglo XVIII y tratadista, Pedro Rabassa.

Como es habitual en este grupo valenciano recuperaron una preciosa pieza anónima “Que tiernamente se queja” que daba título al concierto y que se estrenaba en tiempos modernos. Se continúa así con la línea de recuperación del rico patrimonio musical español por la que ha apostado este Festival desde hace años, y que se va reforzando en cada edición.

El público que llenó esta singular sala del palacio velezano disfrutó del concierto y lo mostró con un largo, caluroso y sostenido aplauso.


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